HOSPITAL BRITÁNICO / MES DE MARZO DE 1986
(Versión con esquirlas y «Christus Pantocrator»)
Pabellón Rosetto, larga esquina de verano, armadura de mariposa:
mi madre vino al cielo a visitarme.
Tengo la cabeza vendada. Permanezco en el pecho de la Luz horas y
horas. Soy feliz. Me han sacado del mundo.
Mi madre es la risa, la libertad, el verano.
A veinte cuadras de aquí yace muriéndose.
Aquí besa mi paz, ve a su hijo cambiado, se prepara —en Tu llanto—
para comenzar todo de nuevo.
Hospital Británico
¿Quién puso en mí esa misa a la que nunca llego? ¿Quién puso en
mi camino hacia la misa a esos patos marrones —o pupitres con
las alas abiertas— que se hunden en el polvo de la tarde sobre la
pérgola que cubría las glisinas? (1984)
Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo. (1984)
Pabellón Rosetto
Aquella blanca pared nueva, joven, que hablaba a las palmeras de
una playa —enfermeras de pechos de luz verde— en una fotografía
que perdí en mi adolescencia.
Pabellón Rosetto
Soñé que nos hundíamos y que después nadábamos hacia la costa
lentamente y que de nuestras sombras de color verde claro huían
los tiburones. (1978)
Pabellón Rosetto
Si me enseñaras qué es el verde claro… (1978)
Pabellón Rosetto
Es difícil llegar a la capilla: se puede orar entre las cañas en el viento
debajo de la cama. (1984)
«Christus Pnatokrator»
La postal tiene una leyenda: « Christus Pantokrator, siglo XIII».
A los pies de la pared desnuda, la postal es un Christus Pantokrator
en la mitad de un espigón larguísimo. (1985)
«Christus Pantokrator»
Entre mis ojos y los ojos de Christus Pantokrator nunca hay piso.
Siempre hay dos alpargatas descosidas, blancas, en un día de viento.
Con la postal en el zócalo, con Christus Pantokrator en el espigón
larguísimo, mi oscuridad no tiene hambre de gaviotas. (1985)
«Christus Pantokrator»
La postal viene de marineros, de pugilistas viejos en ese bar estrecho
que parece un submarino —de madera y de latas— hundiéndose
en el sol de la ribera.
La postal viene de un Christus Pantokrator que cuando bajo las per-
sianas, apago la luz y cierro los ojos, me pide que filme Su silencio
dentro de una botella varada en un banco infinito. (1985)
«Christus Pantokrator»
Delante de la postal estoy como una pala que cava en el sol, en el
Rostro y en los ojos de Christus Pantokrator. (1985)
Sé que solo en los ojos de Christus Pantokrator puedo cavar en la
transpiración de todos mis veranos hasta llegar desde el esternón,
desde el mediodía, a ese faro cubierto por alas de naranjo que
quiero para el niño casi mudo que llevé sobre el alma muchos
meses. (Mes de abril de 1986)