Las pantallas de los demás

Un breve cuestionario a distintos escritores/editores nos muestran sus lecturas digitales en este encierro.
1) ¿Lees en PDF?
2) Si le pudieras recomendar un PDF a un lector para que lo ayude a pasar esta cuarentena, o página con contenido de libros digitalizados, ¿cuál sería?
3) ¿Cuáles son tus páginas de literatura favoritas?

Macarena García 

Escritora (La tercera mano, entrevistas a Adolfo Couve, Alquimia, en coautoría con Catalina Porzio; Aldabas, Edicola, poesía; Maratón, novela, Cuneta; ganadora del concurso anual del MINCAP en ensayo inédito), editora (Mundana) y traductora (Nieve, perro, pie, Edicola, del italiano Claudio Morandini).



1) Leo en PDF, pero nada de literatura. Leo libros que necesito consultar, cosas en su mayoría vinculadas a historia y teoría del arte, que es lo que enseño. Pero para mí la revisión de esos textos no tiene que ver con la lectura propiamente tal. Con el tiempo de lectura, para decirlo de otro modo, que necesitamos robarle al día. Leer PDF es, para mí, algo del orden del trabajo. Leer libros, en cambio, lo pienso como algo más bien improductivo, una suerte de fuga de la realidad, «hacia el fondo de la realidad». Mientras más desconectado, de hecho, está el libro que leo de las preguntas o temas que investigo, tanto más lo disfruto. Sin lápiz ni nada. Son las lecturas que más amo y las que me resultan más creativas. 

En suma: leo PDF, pero no los leo, los consulto. Leo en papel. ¿Por qué? Porque adoro los libros, románticamente; porque tengo algunos problemas a la vista y me duelen los ojos al leer mucho en la pantalla, y porque el computador lo tengo más asociado al oficio de académica y editora y traductora, que a la experiencia de la lectura y la creación. Es más, para leer y escribir, muchas veces me obligo a cerrar el computador. 

2) Chuta, me inclinaría por recomendarle releer los libros que tiene y dosificar al máximo los extravíos por internet. Sobre todo ahora, siento que aumentan ene la ansiedad y es muy poco lo que la memoria —y la experiencia— es capaz de recepcionar. Bajar y bajar libros que jamás leeremos, por lo demás, podría llenar de virus el computador. Cosa bien poco deseable en estos días.

3) De nuevo no es mucho lo que puedo decir. Visito a menudo el Blog de Eterna Cadencia. Leo a veces las páginas donde publican textos mis amigos y amigas, como Jámpster, Letrasenlínea, Santiago… Y La Palabra Ouebrada, claro. Esa me la leí en pdf o formato similar. Disfruté enormemente el texto Interrupciones de Cynthia Rimsky. Una belleza. Y otra cosa: hace poco me enviaron una revista en pdf que acaban de hacer unos poetas chilenos en Barcelona. Se llama 2+, y está muy contundente. Por último, recomiendo Los trópicos, de cine y literatura.

Arantxa Martínez 

Editora española que trabajó como correctora de estilo Freelance en editoriales como Salamandra, Seix Barral y Melusina antes de llegar a Valparaíso, donde fundó Kindberg el 2015, que en su catálogo considera autores como Enrique Vila-Matas.



1) Sí leo, sobre todo por trabajo. Cuando llegan manuscritos espontáneos a la editorial, los paso al Kindle para no dejarme los ojos en el computador. También desde el año pasado he empezado a utilizar la Biblioteca Pública Digital y en general leo libros que no suelo comprar en papel, como no ficción o novelas que me causan curiosidad pero a la vez me resultan anecdóticas y por eso no me da pena no tenerlas físicamente. He comprado Ebooks un par de veces, cuando no he tenido acceso a librerías y en la BPDigital no estaban disponibles los títulos que quería.

2) Recomiendo fervientemente la BPDigital. Tiene un catálogo muy variado y de gran calidad, es muy fácil de usar y encima es gratis (y legal). Ahora mismo estoy leyendo La doctrina del shock, de Naomi Klein, que quizás no sirva de ayuda para la cuarentena pero sí para entender cómo hemos llegado al sistema socioeconómico en el que vivimos.

3) No sigo páginas específicas de literatura, creo. Leo las secciones de cultura de diarios de varios lugares y en redes sociales sigo a personas cuyo criterio me parece interesante y del cual, por tanto, estoy pendiente.

Carmen Avendaño

Tras vivir en México casi la mitad de su vida, la poeta Carmen Avendaño volvió a Chile y fundó Moneda. Ha publicado Más allá de la palabra cielo (2002), Madre Sol (2006), Adiós Rimbaud (2014) y Nada significa nada (Moneda, 2019).



1) Poco. Empecé cuando estudiaba. Entonces ya era editora, y pensaba que el PDF atentaba contra el libro físico, y más aún, contra una vinculación con el mundo del libro para aquellos estudiantes que dependían de la universidad para conectar con ese ámbito, dependían de las líneas de los docentes. Además, suponía que no había encuentro fortuito, como en una librería, y que en los PDF la pérdida de contratapa, solapa, etc, contribuía a desdibujar el libro como objeto autónomo, interlocutor de la autonomía del lector. Ahora creo que buscando un PDF te salen otros al paso, y se pueden hacer cosas como un audiolibro colectivo compartiendo el mismo texto al instante y grabando cada quien una parte. Así lo hicimos un grupo de amigas durante esta cuarentena con El patriarcado del salario, de Silvia Federici, que, dicho sea de paso, parece un libro armado desde un principio para ser PDF. Pero siempre preferiré  tocar un libro.

2) Me parece maravilloso poder leer en PDF un libro escrito alrededor del año 1000 en Japón por una mujer con un gran sentido de la observación y el gusto: El libro de la almohada de Sei Shonagon, traducido por Jorge Luis Borges y María Kodama. Antes solo lo podía leer en casa de una amiga que lo había encargado a España.

3) Me gustaría destacar Casa de las Américas, de Cuba, una de las pocas instancias que se han ocupado de reunir las expresiones literarias del continente mientras cada uno de los países se vive a sí mismo como una isla. A través de su página de Facebook han liberado una oferta acotada y sustanciosa del catálogo.

Jonnathan Opazo

Ha publicado los poemarios Junkopia (Bifurcaciones, 2016), Cangrejos (plaquette, Inubicalistas; 2017; íntegro en Gramaje, 2018) y Cian (Cuadro de Tiza, 2019). Ha escrito artículos literarios en Culto de La Tercera, La Raza Cómica y Lo que leímos.



1) Sí, leo harto en PDF y Epub. De hecho, me bajé casi todo lo que algunas editoriales, como Kriller71 o Errata naturae, subieron a sus webs. Son libros que acá son caros o difíciles de conseguir y tener acceso gratuito me parece un privilegio. Aunque la discusión sobre «liberar cultura» es difícil y tiene varias aristas, no puedo sino celebrar esas iniciativas.

2) Mi página favorita desde la adolescencia es Memoria Chilena. Me pasaba horas ahí y vuelvo cada cierto tiempo, por temas de trabajo o de simple curiosidad. 

3) Sigo a Jámpster, amigos a estas alturas. La imperecedera LetrasS5. Alguien debería hacer una tesis sobre esa web, es alucinante la cantidad de material que hay ahí. Memoria Chilena, por supuesto. Public Domain Review, que es una web que sube harto material interesante, sobre todo gráfico, pero también libros viejos que están medios perdidos en la memoria de la cultura. No es precisamente una web, pero estoy leyendo los diarios de pandemia de Gonzalo Tavares que publica InterZona en su página. Vale la pena también echarle el ojo a las notas de cultura que aparecen en Revista Ñ y Página12. Ahora mismo están apareciendo algunos ensayos de Matías Serra Bradford que son pura ganancia. 

 

Gonzalo Geraldo

Ha editado libros en Desbordes, Cinosargo y Marginalia. Proyecto de poeta, hoy parece más dedicado a las anotaciones que pueden leerse episódicamente en páginas como Carcaj, La Raza Cómica y La calle Passy 061.



1)
Los libros constituyen un paisaje sentimental, establecen un negocio corporal, de deseo con el lector. De allí que al igual que una cita virtual, los PDF mantienen con el lector una relación glacial que desvanece todo intento o simulacro de seducción. 

Y sí, a veces leo PDF cuando busco precisar o puntualizar alguna referencia; y también cuando el amigo lector, bibliotecario o librero no tiene el libro tan buscado. Y ahora creo que estos últimos meses para no aislarme y tener algún tema de conversación he descargado bastante material para sólo decir: «Tengo muchos pdfs». 

2) Pongo todas mis fichas en los libros digitalizados que liberaron los de Errata Naturae (y de yapa, los pocos y mismos editores santiaguinos pueden tomar caldo de cabeza si leen la reciente declaración de sus editores: Jinetes en la tormenta, animales en la cuneta). Y un libro de la misma editorial recomiendo a cualquier lector (haya o no cuarentena) es el Manual para la vida feliz de Epicteto

3) Soy un lector ocasional, residual de páginas de literatura porque no me preocupa estar al día. Pero hay unas cuantas que me interesan por sus traducciones o rescates como Vallejo and Company y Jámpster(miro de lado o paso de largo sus abundantes publicaciones de poetas actuales), y otras que a veces cuelgan entrevistas o ensayos inusuales en el contexto chileno (como Bazar Americano y Eterna Cadencia). 

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