Su oído con la canción que lucha y el sentimiento popular del bolero, también con sus cultores, además de una incansable escritura en prensa, hacen de Marisol García la referente de un fenómeno de la literatura independiente: la escritura sobre música.

  1. INTRO (LOCUCIÓN)

Por teléfono. Así quedamos tras dos mails con Marisol García para la siguiente entrevista. Ninguno de los dos quería un video. Dejo el celular encima de una mesa, al lado de la grabadora, para oír su voz; es como la primera vez que se escucha una banda en vivo —¿lejos del escenario?—, con atención y tensión por el curso que tomará la charla.

Esta entrevista es un viejo anhelo favorecido por la aparición de Los tres desenchufados (Libros del Pez Espiral, 2021; que ha desarrollado un sistemático trabajo editorial con discos y músicos), y que reúne el relato personal de Alfredo Lewin, donde se narra su gestión para mover a la banda con la gente indicada, imágenes, cancionero y la crónica por Marisol García.

Un encargo menor al lado de sus libros anteriores, como Canción valiente 1960-1989. Tres décadas de canto social y político en Chile (Ediciones B, 2013, Premio Municipal de Literatura de Santiago a la Mejor Investigación Periodística), Llora, corazón. El latido de la canción cebolla (Catalonia/ CIP-UDP, 2017, Premio Pulsar a la Mejor Publicación Musical Literaria) o Claudio Arrau (Hueders, 2018), el cual fue reseñado en estas páginas en su momento por Hugo Herrera Pardo, que identificaba como «punto de irradiación» momentos altos que eligió la autora para trazar su perfil. Además de otros títulos, ha escrito en coautoría en más publicaciones, y en otras ha participado editando.

La crónica sobre el Unplugged de Los Tres nos acerca al método de Marisol García: recortes de entrevistas, llevarnos a la trastienda y a la época, además de una atención por los datos. Pero, sobre todo, escritura:

«Sin embargo, el grupo cuidó —de un modo misterioso, probablemente indescriptible—, no teñir la música de ese apuro ni competencia (…) Lo que nació como encargo terminó siendo una obra».

Más que una frase afortunada, una ética. Porque su primer libro nació tras años de escribir en medios de comunicación. La velocidad del papel no hizo que ella se apurara, sino que fuera engrosando su método para un libro marcado por diálogos directos, haciendo de la entrevista un insumo para resignificar.

En paralelo a las formas clásicas del periodismo cultural, porque Marisol prefiere pensarse como periodista independiente, ha abierto otros espacios donde la escritura se puede desenvolver en formatos no físicos, como el festival de documentales de IN-EDIT y la enciclopedia de Musicapopular.cl.

En adelante, con audífonos, escucho, selecciono y transcribo su voz con el loop que se escuchan los discos favoritos de una banda. Una y otra vez, tratando de detectar que cada palabra corresponda, como los fans que copian las letras de canciones.

  1. CÓMO SE FORMA UNA PERIODISTA DE MÚSICA

Crecí en un país en el que no existía el periodismo musical como tal. Yo salí del colegio el año noventa. En los ochenta el periodismo de espectáculos además de ser muy estandarizado en cuanto a estilo, a opiniones, a gustos, a cánones, había vuelto totalmente natural que Ana Josefa Silva comentara una película hollywoodense y luego fuese a comentar el show de Sumo en la Quinta Vergara. La nombro a ella como una periodista típica de los espacios de prensa que yo leía como escolar. Además de esas páginas de El Mercurio y La Segunda a las que estaban suscritas mis padres, a casa llegaba APSI, Cauce, Análisis, Hoy, etc.  

Fui conociendo y educándome en revistas sobre todo en inglés en la biblioteca del Instituto Chileno-Británico. Sigo haciéndolo hasta ahora. Los semanarios británicos como New Musical Express o el Melody Maker, que llegaban a Santiago con varios meses de retraso. La revista Rockdeluxe la leía desde del colegio. También uno encargaba si alguien viajaba, al menos eso permitía asomarte a lo que uno creía que era información musical. Ahora, con el paso del tiempo me doy cuenta, eran medios de formación para mí como cronista. Me dejaron lecciones en torno a lo que luego he considerado el buen periodismo.

El periodismo musical que yo entiendo como tal no solamente es especializado, sino que tiene un estilo particular. Eso de saber de música siempre me ha parecido secundario. Lo que yo reconozco es un estilo de crónica, una manera de abordar las entrevistas y las investigaciones, una búsqueda de datos que también es particular.

Pude conocer y entenderlo como un género periodístico que me interesaba. Hasta ahora me gusta mucho la música y mucho la escritura sobre música. No son lo mismo. Requieren atenciones diferentes, experiencias diferentes. En mi caso he sido afortunada de no solamente combinarlas, si no que en trabajar en eso. Es gusto, es oficio, es rigor, es disciplina. Hablo de un lado muy personal, porque quienes nos dedicamos a esto durante largo tiempo no somos muchos.

«El periodismo musical que yo entiendo como tal no solamente es especializado, sino que tiene un estilo particular. Eso de saber de música siempre me ha parecido secundario. Lo que yo reconozco es un estilo de crónica, una manera de abordar las entrevistas y las investigaciones, una búsqueda de datos que también es particular».

  1. EL PERIODISMO HOY

Yo tenía costumbre de publicar casi todos los días. Ahora con suerte logro publicar algo cada quince días. Esa es una diferencia económica muy grande. A lo menos en el caso mío seguir escribiendo de música es una decisión de persistencia que hace secundario el pago de las cuentas. Lo importante para mí es no soltar al menos un proyecto de escritura. El tema del mantenimiento lo doy por perdido, no se puede vivir del periodismo de música, incluso del periodismo cultural es muy difícil. No he abandonado el oficio, mi principal labor es el de editora de Opinión en CIPER.

El documentalismo es una forma de investigación, por supuesto. Cuando uno habla de las crisis del periodismo cultural en medios, no hay que olvidar que el periodismo se puede ejercer en varios campos. Hay buen periodismo chileno en documentales o libros, por ahí hay que tirar las apuestas, es lo que yo hago y también lo hacen amigos míos.

No hay una comprensión general de qué es esto de investigar de música popular, existe una especie de entendido que no merece tomárselo tan en serio. Cómo le vas a dedicar tres años a la canción cebolla, cómo vas a dedicar recursos o viajes a un documental de Quilapayún. No hay una consciencia de que sean campos de la cultura que merezcan un abordaje más profundo. Creo que en eso estamos unidos quienes investigamos de música con los músicos, es recordarle a la institucionalidad que la música popular es cultura, es patrimonio. Al comienzo de IN-EDIT, preguntaban si darían conciertos o videoclips.

  1. UN PEQUEÑO BEEF

Trato de leerlo todo, lo que pasa es que de ahí a que me guste… hay pega pendiente en ese sentido. Hay cosas que me gustan, cosas que respeto. Yo misma mantengo la biblioteca de libros chilenos en Musicapopular.cl. Más que darte títulos, en general trato de seguir el trabajo de Gonzalo Planet, los documentales de Jorge Leiva. Casi todo el trabajo de crónica de música se hace de forma independiente, más bien es una excepción cuando salen por editoriales grandes. Acaba de aparecer una editorial que se llama Disco Rayado que está sacando una colección de crónicas en torno a discos clásicos de música chilena: Pateando piedras [de Los Prisioneros], firmado por Fernando Ortega, y de La espada y la pared [de Los Tres] firmado por María de los Ángeles Cerda.

  1. CANCIÓN VALIENTE 1960-1989. TRES DÉCADAS DE CANTO SOCIAL Y POLÍTICO EN CHILE

Cada libro es muy diferente. En el caso de Canción Valiente sí había una necesidad mía de darle algún tipo de espacio a las cosas que me iban sobrando de las entrevistas que hacía en medios, como le pasa a muchos periodistas del rubro que sea. Si yo iba a entrevistar a Ángel Parra padre, por ejemplo, porque había sacado un disco de tangos, el foco de la nota era la promoción de ese disco puntual, pero eso no quitaba que la entrevista se extendiera o que termináramos hablando de muchas cosas, como de su disco Chacabuco grabado en la cárcel. Sobre todo en los años noventa, cuando uno publicaba muchas entrevistas en medios. Hoy veo que todos ellos estaban a una llamada de teléfono, muchos han partido, como Patricio Manns.

  1. LLORA, CORAZÓN. EL LATIDO DE LA CANCIÓN CEBOLLA

La canción cebolla fue ir a buscarla. Los libros se van confundiendo entre el interés y el deber. Tuve que empezar a buscar guitarristas bolerísticos populares pero nada famosos, pero que han estado acompañando a las grandes figuras del canto popular, figuras olvidadas, que viven en condiciones de pobreza, que te obligan a desplazarte a Cartagena o a San Antonio. Una vez que ya los entrevistaste existe un compromiso con ellos de darle forma a su historia. Todo esto tiene algo de ridículo para el periodismo que funciona sólo como encargo, porque estas cosas se las paga uno, uno las hace en los ratos libres.

Terminé escribiendo un ensayo para ver qué es lo que dicen los gustos sobre nosotros, o de los ninguneos sobre nosotros. Estas acusaciones de cursilería que se dice de esta canción, dicen más de quienes lo dicen que de sus cultores.

Suena súper esquizofrénico, yo misma me lo cuestioné en algún momento, pasar de la canción política a la canción cebolla. Quiero relevar la canción como formato, como objeto cultural, esa canción que a veces, como objeto cultural, es muy elocuente sobre los rasgos de la identidad nacional y el pulso de la época. Ambas dicen mucho sobre cómo hemos sido los chilenos en las últimas décadas.

Le tengo mucha fe a la canción, la canción popular me parece una maravilla por la exigencia de síntesis, por lo entrañable que se vuelve, por cómo exige una elaboración inteligente, meticulosa y cuidada, pero a la vez no exige ningún requerimiento intelectual previo para disfrutarla, se pega a las masas cuando es buena, a veces también cuando es mala. Quienes hacían el melodrama se tenían que ir de Chile, como Palmenia Pizarro o Los Ángeles Negros.

«Yo no soy escritora de libros, cada libro es un proyecto en sí mismo, mi autoría es muy secundaria, importa que el proyecto se termine, se concrete y se presente de una forma que a mí me parezca óptima. Yo sigo pensando muy como periodista, uno trabaja en proyectos de investigación autónomos que toman bastante tiempo, ninguno me ha tomado menos de dos años».

  1. ARRAU, PERFIL BIOGRÁFICO

Me permití pasar a algún momento a algo que casi no había escrito, la técnica del piano. La personalidad de Arrau tiene ciertos rasgos que son comunes a quienes le dedican la vida a la disciplina de la música. En la medida que es un perfil, era posible abordarlo desde ahí.

Yo no soy escritora de libros, cada libro es un proyecto en sí mismo, mi autoría es muy secundaria, importa que el proyecto se termine, se concrete y se presente de una forma que a mí me parezca óptima. Yo sigo pensando muy como periodista, uno trabaja en proyectos de investigación autónomos que toman bastante tiempo, ninguno me ha tomado menos de dos años.

A veces eso responde a una iniciativa mía, a veces las editoriales encargan. A mí me encargaron originalmente perfilar a Violeta Parra, porque sé que hay mucha información, que había abordajes más novedosos de lo que yo podía hacer. Con Violeta Parra siento que hay una profundidad y un rigor que ella tiene en la cultura chilena, que obliga a un método, a un abordaje que yo no podía abordar como periodista. No lo vi ni posible, ni honesto. Uno lo va viendo, es muy personal.

A mí me parece que si Arrau fuera francés habría cinco biografías de él, un personaje fascinante para el arte mundial del siglo XX. Uno va haciendo perfiles, no lo llamo biografía. Conjugué información que no estaba disponible de manera impresa. Pero me parece asombroso que hay que estar recordándole al mundo cultural chileno quién fue.

  1. CANCIONES CHILENAS COMO GÉNEROS LITERARIOS

Está lleno de canciones-crónicas. Chile es particularmente talentoso con eso. Si tú te vas a los clásicos clásicos como Arriba en la cordillera [de Patricio Manns] es una crónica. Fernando Ubiergo, Jorge González también las hacen. Para nombrar algo no tan típico, busquen por ahí lo que hace Payo Grondona, que trabajó un tiempo como periodista, Doña Lucha por la vida, que es una muy emotiva crónica de la pobreza de los años setenta.

Jorge González es un súper buen columnista. Hay una especie de metacolumnismo que hizo Cristóbal Briceño con Expresar mi opinión, una canción sobre lo inconveniente de decir cosas en las canciones.

De perfiles, está lleno de clásicos, Luchín [de Víctor Jara] es un perfil. El día más hermoso de Ramón Aguilera es una suerte de perfil, de una madre, un hijo, también un autoperfil; retrata personajes que a uno se le vuelven queribles.

Quelentaro tiene mucho de ensayo, pónganse a escuchar Cesante, trata no solamente de la cesantía en sí, sino de los fantasmas que rodean a los cesantes. Es un tipo de poesía muy dura, muy realista, muy empírica, porque los hermanos Guzmán hablaban del mundo que más conocían, el mundo del campo.

CRÉDITOS

Texto por Cristóbal Gaete.

Fotografías por Kika Francisca González.

Preguntas a cada tema:

2: ¿Cómo te formaste? ¿Cuáles eran tus referentes? ¿Accedías a los diarios en tu casa?, ¿Dónde escribía Ana Josefa Silva?, ¿Dónde leías esas revistas?

3: ¿Qué efectos ha tenido en tu escritura de música la jibarización del periodismo cultural? ¿Qué te lleva a trabajar en espacios como IN-EDIT o Musicapopular.cl?

4: ¿Has visto libros musicales chilenos publicados en editoriales independientes que te hayan gustado?

5: Hablemos de Canción valiente. ¿Cuál es el proceso del libro, en torno a la reutilización de entrevistas?

6: ¿Qué cambió en relación con la canción cebolla? Uno de los puntos de este libro es la discriminación de clase.

7: ¿Cómo cambia el enfoque de un libro cuando es sobre un músico, a diferencia de un libro temático?

8: Te pido canciones que sean buenos ejemplos de los géneros escritos que cultivas. ¿Qué canción chilena te parece una buena crónica? ¿Qué canción chilena te parece una buena columna de opinión? ¿Qué canción chilena te parece un buen perfil? ¿Qué canción chilena te parece un buen ensayo?