Poesía y guion combina en su escritura este joven autor que el año pasado debutó en ambos soportes.
No basta con nombrar. Los elementos formales y temáticos deben ser asimilados por el poema. En Descenso (La Polla Literaria, 2020), del poeta y guionista Nino Morales, el montaje armónico de imágenes e historias son los que le dan forma al gran primer set de poemas con el que debuta; donde los detalles son fundamentales, pero la relación oblicua entre ellos le permite evadir el riesgo de lo cerrado cuando se trabaja con materiales circunscritos a un territorio. En su caso, la mezcla con el cine no es dispersión sino ensanchamiento.
Hay ruidos de edición en el libro (la justificación al centro, los títulos en mayúsculas y negritas tan pesadas, que sugieren un desfase epocal que un editor bien podría haberle evitado a estos buenos poemas) que hacen pensar al cerco que existe entre autores australes y lo que se llama con mucha naturalidad «la cadena del libro en Chile» como un muro inmenso. Pero los poemas son ágiles y atraviesan ese ruido. En la conversación la coherencia y naturalidad con la que lleva a cabo la escritura sugiere algunas pistas.
¿Cuánto tiempo trabajaste en el libro?
Empecé el libro en el año 2014. Se fue dando que algunos textos fueron apareciendo en antologías. El año 2019 comencé a ver dónde podía publicarlo. Y recién en 2020 se dio en La Polla Literaria, esta editorial de Santiago, la posibilidad de publicar con plata mía, porque hay que pagar para publicar.
¿Cómo fue la búsqueda de esa editorial?
A través de un amigo, también poeta de Puerto Montt, Jano Opazo, que ya ha publicado dos libros con ellos. Él me dijo «oye, por qué no hablas con el editor, de más que te publica». Le envié el PDF y lo hicimos. Antes publiqué poemas en una antología de Colombia, por un concurso, en una del norte con temática de fútbol, y en una del Balmaceda Arte Joven de acá, por un taller de crítica literaria.
¿La escritura del libro está vinculada con el guion del corto (Abisal, guion de Nino Morales y dirección de Esteban Santana)?
Yo he sacado ese rollo de que la imagen poética está vinculada con la imagen cinematográfica. No tengo estudios formales, he visto harto cine. Y dentro del corto hay muchos textos que son del libro.
¿Cómo llegaste a trabajar en ese guion? ¿Conocías al director de antes?
No, es que en ese momento estaba en un colectivo de escritores de mi edad en Puerto Montt, donde no trabajábamos solo con poesía, sino que abarcábamos varias áreas. Y me decidí a escribir el guion. A darle forma sin saber de estructuras ni nada. Se lo mostré a mi compañero de colectivo y él me dijo «yo conozco a un tipo que nos puede ayudar». Así que fuimos hasta la casa de Esteban Santana. Le gustó el guion y empezamos a trabajar.
¿Me contás un poco más sobre ese trabajo del colectivo? ¿Cuál era la dinámica, el objetivo?
Ya no existe ese colectivo. Ahora estamos trabajando en otro, El Colectivo Abierto. Somos cinco personas, cuatro escritores y una antropóloga. Ahora estamos armando una antología de escritores de Puerto Montt. Pero nos juntamos siempre a ver qué actividades culturales podemos hacer. Ahora con la pandemia no podemos hacer actividades con público. Pero entre los tres colectivos en los que hemos trabajado, hemos organizado más de treinta lecturas, además de intervenciones en la plaza y cosas así.
¿Qué lugar tiene el territorio dentro del libro?
El imaginario del libro es del barrio puerto de acá de Puerto Montt. Un barrio con casitas y calles antiguas, con personajes. Y también la mirada de este hablante que va observando y relaciona lo observado con su interior. Entonces aparecen recuerdos y cosas a veces íntimas, su bagaje, en relación con lo que observa.
¿Vos te criaste en ese barrio?
No, yo soy de Maullín, un pueblito que queda a una hora de Puerto Montt, y me vine en el año 2011 a Puerto Montt, donde estudié Pedagogía en Historia y ya me quedé. Ahora me salió una beca para estudiar cine en Santiago, pero estoy viendo con todo esto qué pasa.
No fue ocasional lo del guion, tenés ganas de seguir desarrollándolo.
Sí, quiero seguir relacionando al cine con la poesía.